Breve Historia de Coslada
El origen de Coslada es difícil de determinar y está sometido a muchas interpretaciones. Probablemente se trate de una fundación romana dado el significado etimológico de Coslada: COS - Pedernal LATE - Abundante, extenso.
Su condición de enclave urbano data del siglo sexto, siendo posterior al asentamiento de la corte de Toledo. Desde el año 713, en que las tropas de Tarik llegaron a estas tierras en persecución de los visigodos y judíos que huían tras la toma de Toledo para refugiarse en Alcalá, hasta 1083, en que Alfonso VI las incorpora a la Corona de Castilla, no hemos encontrado noticia alguna sobre el pueblo.
LA ÉPOCA MUSULMANA
En la época musulmana es cuando Coslada se consolida como centro de producción agrícola, realizándose los primeros regadíos y especializaciones. Esta es la razón de que en las “Relaciones Topográficas”, de Felipe II, se considere a COSLADA como de fundación árabe, cuando en realidad ya existía con anterioridad como una agrupación de caseríos, dominados a legua y media por un castillo en las cuestas de Ribas, sobre el río Jarama. A nivel de curiosidad, digamos que en dicho castillo se retiró el caballero Gracián Ramíres, tras la toma de Madrid, y desde allí hostigaba a los musulmanes con la intención de hacerles retroceder cuando menos más allá de Atocha, según narra Fray Francisco ce Pereda.
HASTA EL SIGLO XVI
Con la toma de la fortaleza musulmana de Alcalá-en Ar, COSLADA y las demás tierras de Alcalá son donadas por Alfonso VII a la mitra Toledana, en recompensa por la intervención del arzobispo de Toledo, don Bernardo, en esa acción guerrera y, en general, por su labor a lo largo de toda la Reconquista. Comienza aquí lo que será una de las constantes de la historia de Coslada: ser siempre una tierra de propiedad de un señor, bien fuera noble o terrateniente que las arrendaba a los agricultores.
Estos campos, agrícolamente pobres, fueron testigos de la huida de Alfonso VIII, tras ser derrotado en la batalla de Alarcos por los almohades que los reconquistaron para el poder musulmán (1195), tras firmarse una tregua entre Alfonso VIII y Almanzur.
Definitivamente reconquistadas para la corona cristiana, una de las primeras referencias concretas que existen data del tiempo de Fernando III (1230-1252), en la que se dice que COSLADA pertenece al Sexmo de Vallecas, uno de los tres en que se dividía Madrid, junto a Getafe y Villaverde.
De este siglo data, probablemente, su escudo de armas: un león rampante entre laureles, sobre campo de plata.
Con la llegada de los Reyes Católicos se funda la llamada Hermandad, especie de milicias destinadas a perseguir y acabar con el bandolerismo que azotaba los caminos y pequeños pueblos como el de COSLADA que, cuando Cisneros funda el colegio mayor de San Ildefonso, era poco más que unos caseríos situados a media legua del Jarama.
LOS SIGLOS XVI Y XVII
Desde las fechas anteriores no hemos encontrado más noticias hasta 1521, año en que se repartieron quince picas entre sus habitantes como contribución a la lucha comunera contra el emperador Carlos I, lo cual da una idea de la escasa envergadura de la población. Cuando Felipe II, en 1561, instaura la capitalidad en Madrid, imprime un gran impulso a toda la comarca, fomentando las rutas que comunican con ella, que para COSLADA, se centran en el camino Real de Manzanares.
En 1576 COSLADA figuraba como aldea de Madrid en el reino de Castilla, acudiendo para los repartimientos a Madrid de la que distaba dos leguas, y para apelar pleitos a la Chancillería de Valladolid, a 30 leguas. Pertenecía al arzobispado de Toledo y arciprestazgo de Madrid y en su parroquia se veneraba a San Pedro y San Pablo.
La iglesia era exenta, y junto a ella se agrupaban algunas casas, unas con techo de paja y otras de tierra cubiertas con madera y encima teja, en las que vivían entonces 30 vecinos o familias, que fueron disminuyendo:
“Todos campesinos menos dos, padre e hijo, que presumían de hidalgos, pero sin poder probarlo”
Coslada no tenía molino propio, debiendo desplazarse al de Torrejoncillo de la Ribera, que era propiedad del Conde de Barajas, al que pertenecían también la ribera, los peces y las anguilas del río.
Tampoco las tierras eran de sus habitantes, sino del noble que las arrendaba, disponiendo que el trigo y cebada producidos se llevase a Sevilla para posteriormente embarcarlo a un navío y hacerlo llegar a las Indias. De allí vendría cargado de riquezas con destino a las arcas nacionales, de las que una pequeña parte redundaría en su beneficio. La paja sobrante iba destinada a Madrid. También tenían un poco de ganadería lanar y algo de caza. La leña, por el contrario, escaseaba, debiendo ir a buscarla al Real de Manzanares, a ocho leguas.
A pesar de todo, conoció un cierto florecimiento económico y demográfico que sería breve, según se deduce de los libros parroquiales, que se conservan desde 1584. Su declive se debe, al igual que el resto de las poblaciones de dicha época, al azote de la peste y otras epidemias, unido a las guerras estériles que se desarrollaron durante todo el siglo XVII.
Las rentas eclesiásticas y el salario del curato de Coslada, debían ser pagados por la Universidad de Alcalá, según se evidencia en el mandato del Rey, 1665.
EL SIGLO XVIII
En 1700 ya se sabe que contaba con Ayuntamiento propio, pero no se conserva su archivo. Este fue incendiado por las tropas austriacas del general Conde Starhemberg cuando huían del ejército franco-español, tras la derrota en la batalla de Villaviciosa (10 de diciembre de 1710). Asimismo, fue quemado y destruido parte del caserío durante esta Guerra de Sucesión. Otros pueblos próximos, como San Cristóbal, a un cuarto de legua, corrieron peor suerte, terminando por despoblarse.
Este decrecimiento continuó: en 1785 habitaban en Coslada únicamente 64 personas, formando siete familias (de las 30 que había doscientos años atrás) habiendo nacido tan solo 15 personas y muerto 11 durante ese año y los cuatro anteriores. Su extensión estaba comprendida entre la legua y media de este a oeste y los tres cuarto de norte a sur.
El Ayuntamiento estaba compuesto por dos alcaldes ordinarios, uno por el estado noble y otro por el general, un alcalde de campo o de la Hermandad y un procurador común, nombrados estos dos por el corregidor de Madrid a principios de cada año.
Según narra el inquisidor Mauricio Puigmedón y Sánchez, en esa fecha el pueblo es muy pequeño, sin edificios notables ni más interés que una fuente de agua gorda con pila y un pequeño lavadero para uso público a 1.000 varas. Los árboles, fundamentalmente álamos negros y chopos, no sumaban los doscientos.
En esta época los vecinos sin trabajo se dedicaban a sacar piedra, pues en toda la zona, como veíamos, hay una gran cantidad de pedernal, llevándola a Madrid en sus carretas y con recuas.
La agricultura, trigo, cebada, centeno y avena, se encontraba muy abandonada, fue poco favorecida por la recién creada Sociedad Económica Matritense, interesada por los problemas del campo y el acontecimiento de obras de riego y de comunicación.
En 1793 Carlos IV le cede a Coslada dos rs. de agua para fuente pública, con obligación de pagar los gastos en razón de los beneficios.
EL SIGLO XIX
A partir de estos años comienza una paulatina recuperación, experimentando tardíamente el avance demográfico general del siglo XVIII.
A principios del XIX forma un solo término municipal con San Fernando, que le es agregado alrededor del 1818, pero vuelven a separarse pocos años después.
Así va creciendo llegando a tener 264 habitantes en 1864, agrupados en 66 vecinos o familias, de las que había 52 votantes que elegían a seis concejales.
De cualquier forma, el tamaño de Coslada es aún muy reducido y en 1875 hay apenas una docena de manzanas en torno a una calle principal. Poco más tarde se construye un pequeño paseo con una hermosa arboleda.
Antigua Casa Consistorial de Coslada
Al acabar el siglo XIX (1899) Coslada cuenta con un pequeño edificio para Casa Consistorial y unas modestas escuelas de primera enseñanza. Sus habitantes llegan a sumar trescientos (309 de hecho y 324 de derecho) y de dedican a una atrasada agricultura basada en el trigo, poca cebada y algún garbanzo. La ganadería era básicamente lanar y aún había algo de caza. Su contribución era de 10.000 pesetas (8.685 x 1.3151 pesetas). En su término se hallaba el despoblado de Torrejoncillo o Torrejón de la Ribera.
EL SIGLO XX
La población anterior se mantuvo hasta 1920, año en el que se cifraba en 312 habitantes. A partir de ese momento hasta 1950, fecha en la que se alcanzan 899 habitantes, si bien el pueblo permanecía prácticamente igual que en 1875. El verdadero crecimiento comienza a partir de 1950, con el siguiente ritmo:
1960 3.695
1970 13.412
1975 33.434
1980 53.952
es decir, un 400% de crecimiento cada diez años.
Información General de calderas:
Los acumuladores de calor son aparatos de aspecto similar a una estufa o radiador que consumen energía eléctrica para producir y almacenar calor durante la noche, aprovechando la tarifa nocturna -que es durante la noche más de un 53% más barata- en un máximo de ocho horas-. Los acumuladores "sueltan" el calor a lo largo del día, a medida que las necesidades de calefacción lo requieren.
Hay dos tipos de acumuladores: estáticos y dinámicos. Los primeros son los más adecuados para habitaciones pequeñas, con necesidades permanentes de calefacción, y en las que no se desea un control exacto de la temperatura. La regulación de descarga de los dinámicos es mejor, por lo que su instalación resulta más aconsejable en espacios más grandes, y en dependencias en las que se desee una regulación de temperatura más fina o una restitución más rápida de calor.
Pros. Máximo rendimiento con un mantenimiento nulo. El coste con tarifa nocturna es menor al de los sistemas de gas. Permite regular diferentes temperaturas en la vivienda, y puede instalarse en cualquier lugar, sin necesidad de obra. No consume oxígeno en el punto de producción, ni produce humos ni gases contaminantes, y reduce el riesgo por coexistencia entre gas y electricidad.
La calefacción radial es el sistema de transmisión de calor más natural, y consiste en una estructura de tuberías bajo el suelo que contienen agua caliente; la superficie de calor es mayor y realmente el cuerpo no llega a sentir ni frío ni calor, sino que se mantiene a su temperatura natural (35ºC ó 36ºC). Se puede integrar en el suelo, techo o paredes, aunque es más efectiva en los dos últimos. Y es que la energía radiante viaja a través del espacio sin calentar el propio espacio: únicamente se convierte en calor cuando contacta con una superficie más fría.
Pros Es invisible y confortable. Proporciona un calor más sano, ya que no reseca el ambiente. El calor se expande rápida y uniformemente por toda la casa, logrando alcanzar una serie de grados de forma homogénea en toda la casa. El suelo radiante dirige el calor al interior del espacio y reduce o elimina las temperaturas excesivas en las paredes exteriores y los techos. Esto puede producir ahorro de energía de entre un 10 y un 30%. Los sistemas de suelo radiante también son capaces de refrescar el ambiente haciendo circular agua fresca en vez de caliente.
Este sistema, similar a los aparatos de aire acondicionado, permite disfrutar de una temperatura ideal durante todo el año: calefacción en invierno, aire acondicionado en verano y deshumedectación en épocas intermedias, en un único aparato. Esta posibilidad de frío/calor hace de los aparatos con bomba de calor el sistema ideal para zonas templadas o cálidas. Para obtener el máximo confort es imprescindible que el cálculo de las frigorías y calorías necesarias se realice con fiabilidad suficiente. A modo de ejemplo, se puede decir que para enfriar o calentar un dormitorio es necesario un aparato de unas 1.750 frigorías/calorías y para un salón de 25 m2., uno de 3.000 frigorías/calorías aproximadamente.
Pros. La gran ventaja de la bomba de calor reside en su eficiencia energética en calefacción, puesto que es capaz de aportar más energía que la que consume, aproximadamente entre 2 y 3 veces más. Para lograr el mismo efecto consume menos energía (entre un 30% y un 65%) que otros aparatos o sistemas de calefacción y su coste es más reducido. Reúne dos servicios en un solo aparato y una sola instalación, lo que limita la inversión necesaria y simplifica las instalaciones. No hay peligro de incendio o explosión, ya que no existe acumulación de combustibles ni tuberías de combustibles o llama. No existe riesgo de intoxicación, ya que no tiene salida de humos.
Este sistema de calefacción es uno de los más empleados. El gas natural es limpio, no contamina y es eficaz. La calefacción individual de gas natural calienta los hogares a través de radiadores por toda la casa, y se caracteriza por ser un combustible cómodo pues no hay que preocuparse ni de su almacenamiento ni de su distribución. Una vez instalado, puede ser utilizado tanto como calefacción como para la producción de agua caliente y para la cocina.
Pros. Permite una fácil regulación del calor por las habitaciones. Además, no requiere de tanques de combustible, ahorrándose el mantenimiento, revisiones y la preocupación de hacer el pedido cada cierto tiempo. Es posible mantener toda la casa a la misma temperatura, evitando los molestos cambios bruscos de temperatura de una habitación a otra. La colocación estratégica de los radiadores permite un calor homogéneo en toda la casa. El sistema de radiadores ofrece un calor saludable, sin excesos, gradual y uniforme evitando los sistemas de aire tan perjudiciales para las personas con problemas alérgicos o respiratorios, ni combustiones que emitan gases tóxicos.
Además deberá tener en cuenta:
El uso que se haga de la instalación (las horas que permanezca en casa).
Calderas de Gas
Las calderas gas Tipo Lancashire
Las calderas gas tipo Lancashire fueron desarrolladas en 1844 por Sir William Fairbairn, a partir de lo que se conocía como caldera “Cornich” de un fogón o calderas gas “Trevithick's”. Aún en estos días se puede ver algunas de estas calderas gas en pleno funcionamiento.
Su estructura está compuesta por un largo manto de acero, por lo general de 5 a 10 m. de largo, a través del cual pasan 2 tubos de gran diámetro llamados fogones. Parte de cada fogón era corrugado de manera de absorber la expansión de las calderas gas cuando se calentaba y para prevenir su colapso debido a la presión externa. Se instalaba una cámara de combustión a la entrada de cada fogón en lo que corresponde al frente de la caldera. La cámara de combustión podía ser diseñada para quemar gas, petróleo o carbón.
Los combustibles calientes pasan de la cámara de combustión a los fogones. Estos fogones se encuentran rodeados por agua en su exterior y el calor que se genera en la cámara de combustión es transferido al agua.
Las calderas gas era instalada en una fundación de ladrillo llamada “setting” o montura, la que fue diseñada con el propósito de mejorar la eficiencia térmica del equipo. Después de pasar por los fogones, los gases calientes son derivados bajo la caldera por un conducto de ladrillo, incluido en el “setting”, transfiriendo el calor al agua por la parte inferior del manto.
En el frente de calderas gas el flujo de gases calientes era dividido en dos corrientes que pasaban hacia el fondo del equipo por los costados. Esto se conseguía mediante 2 conductos en los lados de calderas gas, que formaban parte del Setting de ella. Estos 2 ductos se encuentran en el fondo de calderas gas para dar paso a la chimenea.
Estos pasos, en calderas gas tipo Lancashire, fueron concebidos en un intento por extraer la máxima cantidad de energía de los productos de combustión calientes, los que en diseños anteriores se liberaban a la atmósfera. Normalmente la corriente de gases pasaba por un economizador antes de entrar a la chimenea, el que calentaba el agua de la caldera mejorando su eficiencia térmica.
Durante mucho tiempo se fabricaron calderas gas de distintos tamaños. No obstante, la más pequeña de ellas medía aproximadamente 5,5 m. de largo por 2 m. de diámetro. La más grande era de aproximadamente 10 m. de largo por 3 m. de diámetro. La producción de vapor variaba desde 1.500 kg/h hasta aproximadamente 6.500 kg/h. Las calderas gas Lancashire podían trabajar a presiones de hasta 17 Barg.
Contenían un gran volumen de agua, lo que se traducía en una gran capacidad de almacenamiento de energía, con lo que podían responder fácilmente a demandas repentinas de vapor. El gran volumen de agua contenida significaba también que el control del nivel y de la calidad del agua no era tan crítico como en las calderas modernas.
Una de las desventajas de este tipo de calderas era que después de repetidos calentamientos y enfriamientos, las expansiones y contracciones se traducían en deterioro del la mampostería (setting). Esto generaba infiltraciones de aire parásito, que desequilibraba el tiro de calderas gas, a la vez que disminuía su eficiencia.
La introducción de las calderas gas pirotubulares multitubos significó la eventual muerte de las calderas gas tipo Lancashire, pues éstas eran más pequeñas y más eficientes.
Calderas gas Tipo Cochran
Fue la invención de Edward Comnton la que se transformaría en la famosa calderas gas Cochran. La principal novedad fue la introducción de tubos horizontales en un manto cilíndrico vertical por medio de placas tubulares bridadas. El diseño fue exhibido por primera vez en la exposición Real de Agricultura, en Bristol, el año 1878. El hecho que la caldera fuera vertical, se traducía en un pequeño tamaño con la eficiencia de las calderas gas tubulares. La caja de humo era parte decalderas gas, con la chimenea apernada a un lado.
Las calderas gas Cochran rápidamente ganaron reputación gracias a su gran confiabilidad, flexibilidad y gran calidad de fabricación. De hecho, muy pocos barcos a vapor en circulación en los inicios del siglo veinte no tenían calderas gas Cochran como caldera auxiliar a la caldera principal.
Calderas gas Económica
Este diseño correspondió a una mejora de calderas gas Lancashire. Estaba constituida por un manto cilíndrico exterior, el que contaba en su interior con 2 fogones o tubos de gran diámetro donde se instalaban las cámaras de combustión.
Los productos de combustión calientes dejaban los fogones por el fondo de la caldera entrando a una de ladrillos refractarios (fondo seco), donde los productos de combustión eran derivados hacia una gran cantidad de tubos de pequeño diámetro instalados por sobre los fogones.
Estos tubos constituían una gran superficie de transferencia de calor. Los productos de combustión dejaban calderas gas por el frente y a través de un ventilador de tiro inducido, para pasar luego a la chimenea.
Las calderas gas económica de 2 pasos tenía la mitad del tamaño de calderas gas tipo Lancashire y disponía de una eficiencia térmica varios puntos más alta. El rango de tamaño de las calderas gas Económicas era de aproximadamente 3 m. de largo y 1,7 m. de diámetro hasta aproximadamente 7 m. de largo y 4 m. de diámetro. La producción de vapor iba desde 1.000 kg/h hasta aproximadamente 15.000 kg/h.
Las calderas gas Cochran Serie II
Para satisfacer la demanda de eficiencias más altas, equipos más compactos, automatización de la operación, requeridos durante las tareas de reconstrucción durante la post guerra en Inglaterra -tanto del Gobierno como de la industria- fue vital enfatizar los esfuerzos en las áreas de investigación y desarrollo. Como resultado de este esfuerzo, en 1959 se lanzaron al mercado las calderas gas verticales Cochran Serie II, diseñadas, especialmente, de acuerdo a los mencionados criterios.
Este diseño alcanzaba eficiencias térmicas de más de 80% (PCS) y una gran producción de vapor para su tamaño. Su operación podía ser completamente automática, operando tanto con combustibles líquidos como sólidos. La mayoría de ellas fue construida mediante uniones soldadas, método estándar a partir de 1960.
Calderas gas Paquete
El concepto de la “Caldera Paquete” data desde 1950, y corresponde a una caldera completa con todos sus accesorios, quemador para la combustión de petróleo o gas, bombas de agua, controles automáticos todos montados como una unidad en una base compacta para transporte, ensamblada en fábrica.
La mejora en los materiales y en los procesos de fabricación se tradujo en que se podían instalar más tubos en cada unidad.
En los primeros años de desarrollo de las calderas gas, éstas eran equipos largos y requerían grandes superficies para su instalación.
Forzando los gases a cambiar de dirección para hacerlos pasar por tubos, se consiguió acortar las calderas gas, mejorando notablemente las tasas de transferencia de calor. La caldera paquete multitubular moderna es el estado actual de este proceso evolutivo.
Estas calderas gas se clasifican de acuerdo al número de pasos; es decir, de acuerdo al número de veces que los productos de combustión calientes pasan a través de la caldera. El diseño más común corresponde a las calderas gas de tres pasos, siendo el primero de ellos la cámara de combustión y los dos siguientes los pasos a través de los tubos.
Calderas gas de Llama Reversa
Este diseño es una variación del diseño convencional de calderas gas. La cámara de combustión tiene la forma de un dedal; el quemador está instalado en su extremo abierto normalmente por debajo del centro. La llama retorna sobre sí misma dentro de la cámara de combustión para volver hacia el frente de calderas gas. Los tubos de humo rodean el dedal y permiten el paso de los productos de combustión calientes a la parte trasera de la caldera y a la chimenea.
Cuando James Watt observo que se podría utilizar el vapor como un fuerza económica que remplazaría la fuerza animal y manual, se empezó a desarrollar la fabricación de calderas gas, hasta llegar a las que actualmente tienen mayor uso en las distintas industrias de nuestro país.
Las primeras calderas gas tenían el inconveniente que los gases calientes estaban en contacto solamente con su base, y en consecuencia se aprovechaba mal el calor del combustible. Debido a esto las instalaciones industriales fueron perfeccionándose, colocándose el hogar en el interior de la caldera y posteriormente se le introdujeron tubos, para aumentar la superficie de calefacción. Si por el interior de los tubos circulan gases o agua, se les clasifican en calderas gas igneotubulares (tubos de Humo) y calderas gas acuotubulares (Tubos de agua) .
No pudo ser sino Inglaterra, corazón industrial del mundo a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, la cuna de uno de los inventos más portentosos del hombre en cuanto a la obtención de energía: las calderas gas. El invento, tal vez rudimentario al comienzo, fue logrando avances en la medida que diferentes hombres de gran ingenio incorporaron nuevas ideas para ir haciéndolas cada vez más eficientes y seguras.
Así, pues, mientras el mundo, más allá de la pujanza industrializadora de los ingleses, demandaba recursos energéticos para su desarrollo, las calderas gas las calderas gas fue ganando espacios y llegó a transformarse en un equipo indispensable para cada proceso productivo.
La de las calderas gas ha sido una historia larga y de constantes avances tecnológicos. Este artículo habla de los pasos más importantes a partir de la fabricación de las primeras las calderas gas pirotubulares.
Desde sus Comienzos
El principio de funcionamiento de las calderas gas pirotubulares consiste en el traspaso de calor desde el interior de los tubos hacia el agua de la caldera que los circunda. En las calderas gas pirotubulares existen numerosas combinaciones para la configuración de los tubos, determinadas por el número de “pasos” que el calor generado en el hogar o cámara de combustión atraviesa antes ser liberado al ambiente.
Es importante tener en cuenta el dimensionamiento de la cámara de combustión, puesto que de ello dependen las temperaturas de entrada de gases al primer paso de tubos. El exceso de temperatura ocasionará sobrecalentamiento del metal y grietas en la placa trasera de tubos.
Con el paso de los años se han mejorado y optimizado los diseños, disminuyendo así su tamaño y aumentando considerablemente su eficiencia.
Todas las calderas de gasoil deben llevar unos elementos de seguridad que garantizan su funcionamiento y que son los siguientes:
• Termómetro
Mide la temperatura de salida de agua caliente para calefacción.
• Medidor de presión
Controla el correcto funcionamiento de la caldera frente a posibles roturas, gasoil u obturaciones del circuito.
Cada caldera trabaja a una presión determinada. Generalmente, entre 0.8 y 1.2 kg/cm2.
• Regulador/limitador de temperatura
Te permite seleccionar la temperatura de las calderas gasoil y regularla en función de
tus necesidades.
Estos tres elementos normalmente están situados en la consola principal de la caldera para facilitar su manejo y utilización.
• Vaso de expansión
Dispositivo encargado de soportar las variaciones de presión producidas por el aumento de la temperatura, protege el circuito de roturas o fisuras por sobrepresión.
Se suele instalar en la parte posterior de la caldera, de forma que esté accesible para realizar el mantenimiento
.
• Válvula de seguridad por sobrepresión
Mecanismo que permite la descarga de agua siempre que la presión sea superior a la de trabajo de la caldera.
Algunas calderas vienen taradas a un máximo de 3 kg/cm2. Si por cualquier causa la presión del circuito de tu calefacción supera este máximo, u otro establecido por el fabricante, la válvula se encargará de expulsar la suficiente cantidad de agua y garantizar una presión de trabajo adecuada.
Es recomendable incluir un sistema de evacuación mediante tuberías o canalizaciones adecuadas en un lugar visible.
El gasoil es un combustible líquido derivado del petróleo que, frente a otros combustibles tradicionales, reduce las emisiones contaminantes y mejora el rendimiento de los aparatos de calefacción.
Al ser inflamable, su uso y almacenaje se controla por una estricta normativa. De acuerdo con ella, cualquier instalación de elementos que utilicen gasoiloil como combustible, debe acompañarse de un proyecto y permiso del Ministerio de Industria.
A T E N C I Ó N
A continuación te describimos los dos tipos de calderas que puedes encontrar. La principal diferencia entre ellas se basa en la entrada de aire y la expulsión de los gases.
Tipos de calderas de gasoil y chimeneas
• Calderas abiertas o de tiro natural
Toman el aire necesario para la combustión del propio local donde están instaladas y expulsan los gases al exterior por un tubo de evacuación que aprovecha el efecto chimenea (tiro natural).
Por motivos de seguridad, es muy importante garantizar el tiro de la chimenea para evitar el retroceso de los humos hacia la propia caldera y, por tanto, al interior de la vivienda.
No se puede cubrir con ningún objeto y, además, hay que respetar unas medidas mínimas de perímetro libre de objetos alrededor de la caldera. Este tipo de calderas calefacion están más bien pensadas, hoy día, para su
instalación en casetas exteriores o en lugares donde no se desarrollen actividades.
Disponen de un ventilador que recoge del exterior el aire que utilizan para la combustión y envía los gasoiles de combustión al exterior. La circulación del aire y de los gasoiles se canaliza a través de dos conductos aislados, uno de aspiración y otro de expulsión, que suelen ser concéntricos y que
se encuentran en la misma chimenea. Estas chimeneas son especiales y deben contar conun retorno independiente.
• Calderas gasoil estancas
Estas calderas gasoil ofrecen mayor seguridad, puesto que el circuito de combustión no tiene comunicación alguna con la atmósfera del local donde están instaladas. Debido a ello, las calderas estancas no tienen limitaciones de ubicación y se pueden tapar u ocultar.
Sea cual sea el tipo de caldera que elijas, la instalación la debe realizar un instalador autorizado, que disponga de carné de instalador y que firme el boletín de la caldera.
A T E N C I Ó N
• Chimeneas de las calderas gasoil
En ambos tipos de calderas gasoil, la salida de humos debe acometerse de tal forma que garantice un tiro ininterrumpido. Así, por ejemplo, en una vivienda independiente la salida de humos tiene que superar el punto más alto del tejado.
Para las calderas gasoil estanca es necesario instalar una chimenea especial con retorno. En el resto de las calderas gasoil, conviene seleccionar una chimenea de acero inoxidable de doble pared, que permite un mejor aislamiento y evita las condensaciones. Estas condensaciones son muy corrosivas y dificultan el tiro, lo que provoca además una pérdida de eficacia en el funcionamiento de la caldera.
La pieza de arranque de la chimenea debe ser una "T" con una tapa inferior. De esta forma, la chimenea se
puede deshollinar quitando la tapa sin peligro de obstruir los quemadores de la caldera al hacerlo.
La pieza de remate de la chimenea es una corona que evita la entrada de agua. Si quieres conocer el paso a paso de la instalación de estas chimeneas, consulta la ficha proyecto “Instalar estufas e inserts”.
Para la instalación del depósito debes tener en cuenta dos aspectos: su calidad y capacidad y, una vez que determines su tamaño, el lugar en el que lo vas a instalar. Calderas gasoil Roca.
Tipos de depósitos y lugar de instalación
Lo que diferencia a los distintos depósitos para gasoil es el material en el que están fabricados y que dispongan o no de doble pared.
Todos deben llevar una tubería de ventilación de un mínimo de 25 mm, siempre que la capacidad del depósito sea menor de 3.000 litros. La normativa permite su instalación tanto en exterior como en interior.
A la hora de adquirirlo es importante que elijas siempre uno homologado ya que, de lo contrario, tienes que tramitar su homologación. Si el depósito no es de doble pared, debes comprar también un cubeto, que es una especie de balsa que lo rodea y que sirve para paliar los efectos de una rotura accidental deldepósito. Este cubeto también puedes construirlo de obra aplicándole un aislamiento especial para hidrocarburos.
Estos son los materiales más habituales en los que están fabricados los depósitos:
• Chapa de acero
De pared simple o doble, son muy resistentes pero pesan mucho y son poco manejables. Se pueden adquirir bajo pedido en medidas especiales.
Los depósitos fabricados con este material ofrecen resistencia y rigidez. Su ligereza y economía hace que sean los más solicitados. Se fabrican en varias medidas estándar.
• Polietileno de alta densidad (HDPE)
• Plástico reforzado con fibra de vidrio
O con otros materiales que garantizan su estanqueidad.
Por lo que respecta a su conexión con la caldera gasoil, la tubería debe ser de fundición dúctil: acero, cobre, plástico u otros materiales adecuados para la conducción de productos derivados del petróleo.
Especifica cuando la compres que es para ese fin.
Instalar el depósito en el exterior supone aprovechar mejor el espacio en casa y proporcionarle un lugar suficientemente ventilado. Si además colocas un depósito de gran capacidad, ganas en comodidad
porque tendrás que rellenarlo con menos frecuencia.
Existe la posibilidad de enterrar el depósito, pero en ese caso se deben establecer sistemas de detección de fugas.
Si el depósito dispone de patas, puedes apoyarlo directamente sobre el terreno siempre que éste sea firme. En el caso de que el depósito no tenga patas o, aún teniéndolas, el suelo no sea firme, tendrás que construir una bancada de hormigón donde asentarlo debidamente nivelado. Encontrarás los detalles para la construcción de esta bancada en la ficha proyecto "Instalar barbacoas".
Como norma general, la distancia entre el depósito y cualquier pared o muro no debe ser inferior a 0,50 m. De esta forma podrás acceder sin ningún problema a cualquier punto del depósito de las calderas de gasoil.
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Cuando instales el depósito, asegúrate de que queda perfectamente protegido contra una rotura accidental. Así, por ejemplo, si van a pasar vehículos junto a él construye un murete de protección. Si utilizas tubería de cobre, está establecido que sea de 1 mm de espesor como mínimo. Las conexiones se realizan con los acoples correspondientes al material que estés utilizando. Si utilizas acoples rápidos tienes que comprarlos sin juntas tóricas de goma (ver ficha proyecto "Cómo montar conducciones de agua sin soldadura").
Si entierras las tuberías en lugares de paso debes hacerlo de manera que aguanten cargas. Para ello, sitúa sobre ellas una capa de hormigón acorde con el tipo de tránsito que tenga la zona.
Asegúrate de aislar correctamente las tuberías tanto de la humedad como de las variaciones de temperatura. Si las entierras, protégelas y pon señalizadores por encima de su nivel para localizarlas fácilmente en caso de excavación. No olvides probar su estanqueidad antes de cubrirlas.
Procura que las tuberías tengan el menor número de conexiones en su recorrido pues, a mayor número de uniones, más posibilidades hay de fuga de combustible.
La instalación en el interior no se diferencia demasiado de la del exterior. También aquí es necesario que el depósito se asiente sobre una base estable y correctamente nivelada. Si el depósito no dispone de doble pared, tienes que dotarlo de un cubeto, o recipiente exterior de recogida, para evitar el riesgo de filtración en caso de derrame. Este recipiente estará constituido por una bandeja de un 10% de la capacidad del depósito, si ésta es inferior a 1.000 litros, o de un cubeto con el 100% de su capacidad si fuera más grande. Si el cubeto está realizado en cualquier material poroso debes aplicarle un impermeabilizante resistente a los hidrocarburos. La distancia mínima entre el depósito y cualquier pared debe ser de 0.50 m.
Así, podrás acceder sin ningún problema a cualquier parte del mismo.
El depósito se puede instalar junto a las calderas gasoil, siempre que se respete 1 m de separación. Si la distancia tiene que ser menor (pero nunca por debajo de 0,50 m) se puede solucionar construyendo una separación con un murete de obra enfoscado por ambas caras del depósito de calderas gasoil.
Las conexiones con la caldera se realizan de la misma manera que cuando se instala el depósito en el exterior. Si la capacidad del depósito supera los 3.000 litros, el llenado se efectúa mediante un acople rápido macho-hembra que garantice una trasferencia de combustible estanca y segura.
En depósitos de menor capacidad, esta operación puede realizarse a través de una boca de llenado en la que se introduce la manguera de la cisterna de gasoil. Recuerda que el distribuidor de gasoil
comprobará que dispones de la certificación del Ministerio de Industria cada vez que acuda a tu domicilio para rellenar el depósito.
En cuanto al mantenimiento del depósito, se recomienda limpiarlo cuando los sedimentos alcancen una altura de 5 cm o, en su defecto, cada cinco años. También es importante vigilar si se produce algún goteo de gasoil, pues puede indicar que existe una fisura.
Mantenimiento básico de calderas gasoil
Es imprescindible que el propio servicio técnico realice un mantenimiento anual de la caldera. Esto repercute directamente tanto en la seguridad como en el gasoilto de energía, ya que una caldera con los quemadores sucios puede llegar a consumir el doble de combustible. Este mantenimiento contempla, además de la limpieza de los quemadores, la verificación de los sistemas de calderas gasoil. Otros aspectos que debes cuidar:
- Limpia el depósito de las calderas gasoil una vez cada cinco años o cuando la capa de sedimentos sea mayor de 5 cm.
- Vigila que las uniones de la salida de humos no presenten manchas de hollín. Esto indicaría que hay una fuga.
- Verifica periódicamente la presión de las calderas gasoil. De esta forma controlas la cantidad de agua que tiene el circuito de la calefacción.
Purga todos los radiadores hasta obtener una lectura correcta de la presión.
- En las calderas con filtro de aspiración, es recomendable que limpies este filtro cada 6 meses.
- Comprueba el funcionamiento de la válvula de seguridad para que expulse agua y arrastre los sedimentos que puedan taponarla.
Descripción
El quemador se dimensiona de acuerdo con el tiro disponible e invierte la presión de tiro disponible en inducir velocidad a la corriente de aire que circula por él. Debido al reducido valor de presión del tiro la velocidad adquirida por el aire de admisión será reducida, lo que implica que no exista un gran poder de mezcla al unirse la corriente de aire con el combustible. Esto se traduce en un mayor tiempo de combustión por lo que la llama será larga, y en un mayor exceso de aire para tener una combustión completa.
La ventaja de los quemadores de tiro natural es su reducido coste inicial de instalación. Los quemadores son relativamente baratos y no hay necesidad de ventiladores que impulsen el aire de combustión.
Elementos básicos de un quemador de tiro natural
Los componentes más importantes de un quemador de tiro natural son los siguientes:
1. Registro de aire (Air Register):. El aire de combustión entra en un mechero de tiro natural a través de unas aberturas regulables en área y que aseguran una distribución uniforme del aire en la mufla de refractario del mechero.
El área de apertura de los registros se utiliza para regular el caudal de aire de combustión que entra en el mechero. Algunos mecheros tienen dos conjuntos de áreas de regulación , para dar un control más ajustado de la cantidad de aire (registros primario y secundario).
2. Atomizador de combustible líquido (Oil Atomiser): En este elemento la masa de combustible líquido se rompe en pequeñas gotitas al actuar sobre él un chorro de vapor de agua. Ambos, vapor y combustible líquido pulverizado, se inyectarán en la corriente
de aire de combustión a través de la boquilla de la caña de fuel.
3. Mufla primaria (Primary Block): En la mayoría de mecheros de tiro natural existe una pieza cilíndrica alrededor de la punta del mechero cuyo objetivo es estabilizar la llama de éste. Entre un 15 % y un 20% del aire de combustión entra a través de esta pieza , la cual debe tener la forma interna adecuada para permitir la recirculación de aire y gotas de combustible hacia la raíz de la llama. Esto se usa normalmente en los mecheros que queman fuel-oil.
4. Cañas de Gas (Gas Guns): El gas se introduce en el horno a través de una serie de tubos verticales con multitud de pequeños agujeros por los que entra el aire de combustión. El número de agujeros es tal que permite una mezcla eficiente entre el aire de combustión y el gas.
5. Mufla de refractario (Refractory Quarl): Es una pieza de refractario de forma normalmente cilíndrica o cónica que se monta en el suelo del hogar. Su forma interna determina el tamaño de llama y juega un papel muy importante en proporcionar estabilidad a la llama del mechero.
6. Piloto de Gas (Gas Pilot): El piloto de gas se añade al mechero para proporcionar una fuente de ignición en las puestas en marcha y como medida de seguridad durante la operación normal del horno. Tiene un aspecto parecido a los mecheros de gas, con la diferencia de que está diseñado para producir una llama más pequeña. Normalmente su funcionamiento se basa en que el flujo de gas provoca una pequeña succión de aire de combustión que pasa a través de los pequeños agujeros y provoca la combustión completa de la mezcla.
Quemadores de Fuel-Oil. Atomizador
Nota: Aunque existe una gran variedad de combustibles líquidos que pueden usarse para alimentar a los quemadores de un horno de proceso, el fuel-oil es quizá el más empleado, debido en parte a su reducido coste. Por esta circunstancia al estudiar los quemadores de combustible líquido nos referiremos a quemadores de fuel-oil, si bien lo explicado se puede extrapolar a otro tipo de combustible líquido, pudiendo variar las condiciones de operación debido a las características físicas del nuevo combustible. Como ya se ha dicho con anterioridad, para lograr una combustión eficiente y controlada de un fuel-oil es necesaria su atomización previa. Esto sólo ocurre con los combustibles líquidos, ya que los gaseosos se quemarán directamente. Debido a esta característica los quemadores de fuel-oil deberán ir dotados de un atomizador, elemento que no aparece
en un quemador de gas.
El diseño del atomizador dependerá del método utilizado para llevar a cabo la atomización del combustible. Según esto, distinguiremos tres tipos de atomizadores:
• Atomizador de chorro a presión. El combustible se atomiza a consecuencia únicamente de la alta presión a la que es expulsado por la boquilla de la caña.
• Atomizador de retorno lateral. La atomización se consigue fragmentando la película de fuel-oil en gotas por fuerza centrifuga.
• Atomizador de dos fluidos. El combustible se atomiza usando un segundo fluido (vapor o aire) a alta presión para romper el petróleo en gotitas.
En la Refinería, la atomización del fuel-oil se realiza empleando atomizadores de dos fluidos, sirviendo como medio atomizador el vapor.
El atomizador va alojado en el interior de la caña de fuel-oil, situada ésta en el cuello del quemador. Así el fuel-oil una vez atomizado pasa a través de la boquilla de la caña introduciendose a continuación en la corriente de aire de combustión, verificándose la mezcla con ésta previa a la combustión.
La calidad de la atomización depende del tamaño de gota alcanzado en el atomizado, y de la dispesión de este a la salida de la boquilla de la caña. La intensidad de la atomización producida, en un mismo atomizador, depende de la cantidad de fluido atomizador empleado y de la presión del mismo. Así, cuando por las características de la alimentación la atomización sea insuficiente se puede conseguir una mayor intensidad en esta aumentando el flujo de vapor al quemador.
Quemadores de Gasoil
1.- INTRODUCCION
Los quemadores son los equipos donde se realiza la combustión, por tanto deben contener los tres
vértices del triángulo de combustión, es decir que deben lograr la mezcla íntima del combustible con el
aire y además proporcionar la energía de activación.
En este apartado se describen los quemadores para combustibles líquidos y gaseosos, ya que los
combustibles sólidos se queman sobre parrilla, o requieren un tratamiento previo del combustible, unido
a quemadores de diseños especiales.
Por la forma en que toman el aire de combustión se distinguen dos tipos de quemadores:
- Quemadores atmosféricos.
- Quemadores mecánicos.
2.- QUEMADORES ATMOSFERICOS
Unicamente se emplean para combustibles gaseosos.
Una parte del aire necesario para la combustión (Aire Primario) se induce en el propio quemador
por el chorro de gas salido de un inyector (efecto Venturi); el aire restante (Aire Secundario) se obtiene
por difusión del aire ambiente alrededor de la llama. En este tipo de quemadores se tienen combustiones con altos índices de exceso de aire.
La principal ventaja de este sistema es su simplicidad y bajo coste. Aunque se pueden fabricar para potencias unitarias altas (unos 1.200 kW), los empleados habitualmente en climatización no superan los 300 kW.
La energía de activación se logra mediante llama piloto, que debe estar permanentemente encendida, o con encendidos automáticos (electrónicos, tren de chispas, etc). La regulación del gas se obtiene por variación de la presión en el inyector (abriendo y cerrando progresivamente la válvula de gas); esto permite que el quemador pueda ser modulante con relativa facilidad.
La regulación del aire (con gas a presión constante) se puede conseguir:
- Variando la sección de entrada de aire, por obturación de los orificios por donde entra, mediante discos roscados, anillo móvil o capuchón deslizante.
- Por deslizamiento de la boquilla del inyector respecto del Venturi.
Lo más habitual es que únicamente se module la válvula de gas, dejando en una posición fija la entrada de aire en la puesta en marcha.
Roca es
La combustión
Mecanismo de la combustión
El mecanismo de combustión varía según el tipo de combustible que se desee quemar. Así podremos distinguir entre combustión homogénea en la que el combustible a quemar es un gas y combustión heterogénea en el caso de combustibles sólidos y líquidos como el gasoil.
En la combustión homogénea, la reacción química comienza tan pronto como la mezcla de combustible y aire tiene lugar. La mezcla del combustible con el aire se produce a consecuencia de la turbulencia que se induce en la corriente aire/gas a la salida del quemador y las diferencias de densidad entre la llama y los alrededores.
La combustión heterogénea necesita un mayor tiempo de ignición, requiriendo los combustibles líquidos una atomización previa a la combustión.
Para comprender mejor el mecanismo de combustión heterogénea presentamos
el caso de la combustión del gasoil.
La combustión del gasoil comienza por los componentes más ligeros que se vaporizan tan pronto como las gotas de combustible salen del atomizador y entran en la zona de combustión. El residuo pesado que queda sufre una pirólisis debido a la alta temperatura de la combustión causando la formación de humo. Un atomización insuficiente del fueloil resulta en un goteo de combustible que no se quema. El carbón residual o coque que queda tras la pirólisis es arrastrado al exterior en forma de partículas sólidas. Idealmente, la materia carbonosa debería quemarse completamente con objeto de reducir al mínimo posible las partículas sólidas arrastradas por los gases de combustión. En la práctica, en el caso de un horno de refinería las partículas sólidas arrastradas por los gases de combustión contienen habitualmente más de un 90% o más de material carbonoso.
Aire de combustión
El Oxígeno necesario para la combustión, normalmente, es suministrado a través de una corriente de aire.
Para conseguir la combustión completa del combustible tenemos que garantizar que existe el suficiente Oxigeno para ello. Para conocer la cantidad de oxígeno necesario recurriremos a estudiar la estequiometría de las reacciones de combustión.
Por ejemplo, la reacción química que se produce en la combustión de un hidrocarburo simple como el metano se puede expresar como:
CH4 + 2 O2 ---------- CO2 + 2 H2O
En la ecuación vemos que para quemar un mol de metano es necesario suministrar 2 moles de O2, o lo que es lo mismo para quemar un metro cúbico normal de metano necesitaremos dos metros cúbicos normales de Oxigeno.
A efectos prácticos consideraremos el aire compuesto, en volumen, por un 21% de Oxígeno y un 79 % de Nitrógeno (gas inerte que no contribuye a la combustión ). Por ello el volumen de aire a aportar al sistema es aproximadamente cinco veces el volumen de Oxígeno necesario.
Una operación de combustión como ésta se llamaría completa y perfecta. La operación sería completa porque todo el carbono se habría convertido en dióxido de carbono (CO2) y todo el hidrógeno en agua (H2O). También sería perfecta por haber cantidad suficiente de oxígeno para quemar todo el carbono y el hidrógeno sin que quedase oxígeno o aire.
Un ejemplo de combustión completa, pero no perfecta, sería la siguiente:
CH4 + 3 O2 ---------- CO2 + 2 H2O + O2
Aquí tenemos más oxígeno del necesario, el horno trabaja con un exceso de aire. En la combustión es crítica la relación combustible-oxígeno (aire). Si esta relación es muy pequeña, el combustible será muy pobre para quemarse y si es excesivamente grande, la mezcla será excesivamente rica para arder. El límite de la relación combustible-oxígeno se llama límite de inflamabilidad del combustible.
Factores de los que depende una correcta combustión. En la práctica no nos interesará tener una combustión perfecta, sino tener la máxima eficiencia de la combustión posible.
En cualquier proceso de combustión se debe presentar atención a los siguientes tres puntos:
1. Hay que preparar el combustible para su combustión; si es líquido hay que atomizarlo
previamente.
Hay que asociar el combustible y el aire en las proporciones adecuadas, en el momento y a la temperatura correctos para el encendido y la combustión.
Se debe procurar mantener una cantidad suficiente de calor en la zona de combustión,con el objeto de mantener una temperatura en el hogar que me permita una adecuada vaporización del combustible.
Los quemadores de gas sólo necesitan establecer la proporción de los volúmenes de aire y gas, y asegurar su íntima mezcla. Pero los quemadores de fuel-oil tienen que preparar el combustible fragmentándolo en pequeñas partículas para dejar expuesta la máxima superficie posible a fin de que el calor del horno lo convierta rápidamente en vapor.
Las operaciones de mezcla, encendido y combustión se producen en el pequeño intervalo de tiempo que emplean el combustible y el aire en trasladarse desde el quemador hasta la entrada a la chimenea. Este intervalo de tiempo depende de la distancia recorrida y de la velocidad y grado de turbulencia.
La turbulencia describe aquella condición en que el combustible y el aire giran en remolinos siguiendo vías irregulares desde el quemador hasta la entrada de la chimenea.
Es deseable una corriente turbulenta , porque la distancia total que recorre el vapor aumenta al seguir un camino irregular, con lo cual aumenta el tiempo disponible para la combustión.
Hemos resumido la combustión como dependiente de “tres T” : tiempo, temperatura y turbulencia.
Quemadores
Para poder utilizar el calor liberado en la combustión es necesario controlarlo. El quemador es un dispositivo mecánico diseñado para producir una llama estable, con una forma y tamaño predeterminados. Los combustibles líquidos se rompen en pequeñas gotas por medio de un atomizador. Fuel-oil y gas se introducen dentro de la corriente de aire de combustión para asegurar una buena mezcla y estabilizar la base de la llama.
La gama de combustibles, líquidos y gaseosos, que se queman en este tipo de elementos es tremendamente amplia. El diseño del quemador varía dependiendo de la clase de combustible a usar, ya que el tratamiento del mismo para conseguir una buena combustión es diferente. Así podemos establecer una distinción entre quemadores dependiendo del combustible de alimentación. Así tendremos quemadores de gas, quemadores de combustibles líquidos, y quemadores combinados, donde se queman conjuntamente combustibles gaseosos y líquidos. Existen muchos tipos de quemadores según su diseño variando desde un simple mechero bunsen hasta los quemadores gigantes de un horno de cemento. Por ello, deberemos seleccionar el tipo que más se adapte a nuestras necesidades.
En las plantas industriales se utilizan principalmente dos tipos de quemadores: el de tiro
natural, y el de tiro forzado.
Existe abundante documentación sobre quemadores de tiro forzado, por lo que nos centramos en los de tiro natural.
A pesar de todas estas ventajas recién en los últimos años ha ganado terreno, por mucho tiempo considerado caro y de poca eficacia. La creación de losa radiante eléctrica ha dado auge a la calefacción eléctrica en muchos países de Europa, tanto en viviendas como el locales comerciales, en la industria y en los edificios públicos. La calefacción eléctrica puede ser por acumulación o por sistemas directos. La calefacción eléctrica por acumulación se consigue a través de acumuladores de calor en cuyo interior poseen material refractario con resistencias eléctricas que capturan el calor durante las horas de tarifa reducida para emitirlo a discreción del usuario durante las horas del día. La calefacción eléctrica por acumulación no es un mal sistema para zonas sin grandes disminuciones de temperatura en invierno (no son aconsejables para temperaturas menores a 0 grado centígrado pues lo torna ineficiente). La calefacción eléctrica individual se consigue a través de los conocidos radiadores y convectores, ideales para espacios pequeños.
El sistema de calefacción a gas, generalmente gas natural, es tal vez uno de los más utilizados en nuestras ciudades. A grandes rasgos se basa en el uso de una caldera que calienta agua mediante la combustión de gas natural haciéndola circular por los radiadores repartidos por toda la casa.
Las ventajas que ofrece un sistema de calefacción a gas son básicamente: el calor se reparte uniformemente por toda la casa, no hay que preocuparse por pedidos de suministro, no se almacena combustible, el uso de calderas asegura que siempre se disponga de agua caliente, la combustión de gas natural es limpia, y resulta un sistema económico que no 8
Roca calderas: Cosas que como usuario debe saber de las calderas Roca en general.
Roca mural de gas mixta, –esta caldera mural proporciona calefacción individual y agua caliente–, es la opción más económica y ecológica de obtener ambas cosas. Según de dónde proceda el aire que utilizan en la combustión pueden ser: Calderas Roca atmosféricas: toman el aire del lugar donde están instaladas y expulsan los gases al exterior; Calderas Roca estancas: disponen de un ventilador y toman el aire del exterior, y funcionan con o sin llama piloto. Según la OCU, por su rendimiento y seguridad, las calderas estancas y sin llama piloto son las más recomendables. Roca tiene también calderas de microacumulación: producen agua caliente instantánea, y de acumulación: el agua se acumula en un depósito.
Según funcionen, las calderas Roca, pueden ser: de condensación: aprovechan el calor obtenido en la condensación de los gases. Estas calderas Roca tienen un precio más alto, pero se amortiza con el uso, sobre todo cuánto más frío es el clima; las calderas Roca son de baja temperatura: el agua se calienta a 35 y 40º C. El rendimiento de estas calderas Roca es superior a las estándar, pero gastan más energía. Y estándar, que para funcionar necesitan calentar el agua mucho más que las otras. De todas, las de condensación son las que dan mejor rendimiento.
Calderas Roca murales
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Al contemplar la evolución de Roca desde sus inicios es cuando se pone de manifiesto el verdadero alcance de la Empresa Roca, su aportación al bienestar y al confort de todo un país y su auténtica dimensión multinacional. |
Fundada en 1917 por los hermanos Roca, Compañía Roca Radiadores, S.A. , se dedicó inicialmente a la producción de radiadores de hierro fundido. El rápido dominio de este mercado y la decidida voluntad de expansión fueron los incentivos para la ampliación de gamas y la investigación de nuevos productos. |
La consolidación de la Corporación como líder en el negocio del cuarto de baño ha contribuido, aún más si cabe, a la reflexión y toma de conciencia sobre le papel de la marca Roca y la trascendencia de los valores que transmite a sus diversas audiencias. Roca gasoil.
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A partir del conocimiento acumulado durante años, se ha conseguido perfeccionar un sistema práctico y flexible de gestión de la imagen corporativa del Grupo. El objetivo es facilitar la percepción de los beneficios tangibles de producto y, cada vez más, enriquecer los elementos intangibles que permiten que Roca sea la marca preferida en su sector. Roca gas.
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Características de las marcas que repara Tecno Control
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lanza su modelo superlative 35 / 25 de condensación con micro acumulación tambien lanza el modelo excellent low nox 32 / 24 de baja emision NOX clase 5 valida para la reposicion segun el rite y no necesita instalación de desague.
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Chaffoteaux
todas sus calderas estan preparadas de serie para ser conectadas en instalaciones solares sus modelos son urbia green,pigma green y talia green una de sus ventajas es la producción de agua caliente controlada por turbina modulante.
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Beretta
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Fagor
dispone de unas calderas por condensación murales a gas de muy reducidas dimensiones y el diseño innovador que caracteriza a esta marca.
Vaillant
como líder mundial en mercados y tecnología, desarrolla y fabrica productos hechos a medida, sistemas y servicios para el confort doméstico.
En épocas remotas, se utilizaba como método de calefacción el fuego en la habitación. A su alrededor los humanos fueron añadiendo dispositivos para mejorar el rendimiento y también la estética (chimenea para evacuar los humos, bocas decoradas, etc).
Los romanos inventaron el primer sistema de calefacción, en el que el fuego no estaba en el propio recinto. Se denominó hipocausto, el cual consistía en una serie de conductos bajo el solado que llevaban los gases calientes de un fuego situado en otro local. En la Castilla medieval y en épocas recientes, segunda mitrad del siglo XX, se usaba este sistema de calefacción con el nombre de gloria. Las ventajas de este tipo de instalación son:
Benjamín Franklin inventó la estufa salamandra, el primer artefacto de calefacción no integrado en la construcción, que permite una mejor regulación de la combustión y mejor control del humo, por lo que también suponía un ahorro de combustible. De todos modos, frente al hipocausto y a la gloria, tiene el inconveniente de que la combustión se hace en el local a calefactar, por lo que debe tener una entrada de aire que enfría el ambiente.
Durante muchísimos años, en realidad durante casi toda la historia de la humanidad, el Hombre ha buscado sobrevivir a las inclemencias del tiempo, primero, y hacer más cómoda su vida, luego. El frío fue siempre si no un enemigo, una molestia, y las personas han usado la calefacción en sus viviendas y lugares de actividad para no sufrir las consecuencias de la exposición prolongada.
Los primeros sistemas de calefacción se basaron simplemente en una fogata a la que se le fueron agregando artefactos de ventilación, nuevos combustibles hasta llegar a la calefacción solar, pasando por la calefacción eléctrica. La utilización de la electricidad ha aumentando considerablemente tanto en las viviendas como en los edificios comerciales o públicos
La calefacción eléctrica suele ser más cara que la obtenida por la combustión de materiales pero su bajo mantenimiento y limpieza justifican su uso. También es mucho más sencilla su instalación, debido a que la calefacción eléctrica prescinde de grandes espacios para la conducción del calor y los aparatos utilizados pueden ubicarse en los lugares más cómodos del edificio. Es importante también la velocidad de producción del calor dentro del ambiente, a diferencia de la calefacción a caldera. Economía, limpieza y seguridad son razones de peso para la elección de calefacción eléctrica.
El aprovechamiento de la energía eléctrica es total; su rendimiento es el ciento por ciento convertido en energía calórica y permite, en horarios de tarifa reducida, sacar ventajas sustanciales frente a otros sistemas. Su falta de necesidad de mantenimiento la torna aún más conveniente, además de instalarse con facilidad aún después de construido el edificio (en caso de calefacción central). La calefacción eléctrica no produce emanaciones por lo que no compromete la salud de los usuarios ni del medio ambiente. El único aspecto inseguro de la calefacción eléctrica es la posibilidad de cortocircuito, presente en toda instalación eléctrica que no recibe los cuidados necesarios, y que no debe considerárselo en desmedro de un sistema de calefacción.
A pesar de todas estas ventajas recién en los últimos años ha ganado terreno, por mucho tiempo considerado caro y de poca eficacia. La creación de losa radiante eléctrica ha dado auge a la calefacción eléctrica en muchos países de Europa, tanto en viviendas como el locales comerciales, en la industria y en los edificios públicos. La calefacción eléctrica puede ser por acumulación o por sistemas directos. La calefacción eléctrica por acumulación se consigue a través de acumuladores de calor en cuyo interior poseen material refractario con resistencias eléctricas que capturan el calor durante las horas de tarifa reducida para emitirlo a discreción del usuario durante las horas del día. La calefacción eléctrica por acumulación no es un mal sistema para zonas sin grandes disminuciones de temperatura en invierno (no son aconsejables para temperaturas menores a 0 grado centígrado pues lo torna ineficiente). La calefacción eléctrica individual se consigue a través de los conocidos radiadores y convectores, ideales para espacios pequeños.
El sistema de calefacción a gas - Calderas Calefaccion -, generalmente gas natural, es tal vez uno de los más utilizados en nuestras ciudades. A grandes rasgos se basa en el uso de una caldera que calienta agua mediante la combustión de gas natural haciéndola circular por los radiadores repartidos por toda la casa.
Las ventajas que ofrece un sistema de calefacción a gas son básicamente: el calor se reparte uniformemente por toda la casa, no hay que preocuparse por pedidos de suministro, no se almacena combustible, el uso de calderas asegura que siempre se disponga de agua caliente, la combustión de gas natural es limpia, y resulta un sistema económico que no depende de determinados periodos de funcionamiento como podrían ser los acumuladores eléctricos.
La pieza central de un sistema de calefacción a gas es la caldera. En ella se quema el gas utilizándose el calor desprendido para calentar el agua que circulará por los radiadores de toda la casa, así como por las conducciones de agua corriente. Las calderas de gas, de tipo mural, se clasifican según sus prestaciones en:
- Calderas de calefacción, destinadas únicamente a alimentar los radiadores.
- Calderas mixtas, destinadas tanto a calefacción, como a la producción de agua caliente. Una limitación de este tipo de calderas es que cuantos más grifos se abran simultáneamente usando agua caliente, menor será el caudal total disponible.
- Calderas mixtas por acumulación, al igual que las mixtas permiten utilizar la calefacción y la producción de agua caliente de forma simultánea, pero incorporan un depósito de agua de forma que nunca nos encontremos con limitaciones a la hora de usar agua caliente al mismo tiempo que se tenga conectada la calefacción a gas.
Las calderas pueden ser de tiro natural (atmosférica), o de tiro forzado. En las primeras los gase se expulsan a través de una chimenea a la que se debe garantizar el tiro para evitar que los gases se acumulen en la vivienda. Las segundas, las calderas de tiro forzado, utilizan un ventilador para expulsar los gases al exterior. Dentro de las calderas de gas de tiro forzado, podemos encontrarlas completamente estancas, que son las que ofrecen la mayor seguridad en el hogar pues se aisla completamente la vivienda de los productos de la combustión. La entrada y salida de aire se fuerza mediante ventiladores a través de los conductos apropiados.
La calefacción representa el 64% del consumo energético total de una casa, gasto que se puede rebajar si se instala el sistema más adecuado para cada caso
Las bajas temperaturas propias de la época invernal en la que estamos, han obligado a que en muchos hogares se pongan en marcha los sistemas de calefacción. En nuestro país más de un millón de viviendas dispone de calefacción colectiva y más de tres millones cuentan con un sistema individual (electricidad, gas natural, propano, butano, fuel...), con el consiguiente incremento del consumo energético.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), del Ministerio de Industria y Energía, más de la cuarta parte del consumo final de energía y de las emisiones de CO2, tienen su origen en los hogares españoles (vivienda y vehículos). Un estudio elaborado por este organismo señala que cada familia gasta por término medio 1.200 euros anuales en energía y emite 4'6 toneladas de CO2. La suma del gasto familiar alcanza la cifra de más de 15.000 millones de euros, lo que representa un 3'5 % del Producto Interior Bruto (PIB). El consumo se distribuye a partes iguales entre la vivienda y el vehículo privado.
La calefacción representa el 64% del consumo energético total de una casa; un gasto excesivo que se puede rebajar si realizamos un uso correcto de los sistemas de calefacción. Elegir el sistema de calefacción más adecuado para cada vivienda y familia es una tarea que requiere un concienzudo estudio de las características de nuestro hogar, del coste que estamos dispuestos a asumir y del tipo de clima del lugar donde residamos. La oferta es amplia y hay sistemas para todas las necesidades.
La energía elegida para calentar el 34% de los hogares españoles es el gas natural. Cataluña, Madrid, el País Vasco, Cantabria y Baleares, son, por este orden, las Comunidades Autónomas que hacen un mayor uso del gas natural como fuente de calefacción. La electricidad es la fuente de energía por la que han optado Comunidades con una climatología más benévola, alcanzando el 12% del consumo energético total. En Canarias, Andalucía, Murcia, Extremadura y Baleares la mayoría de las viviendas tienen en la electricidad su fuente de calor.
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